Fallo de medro

El término desmedro o fallo de medro, o su equivalente en inglés failure to thrive, se utiliza para describir un cuadro clínico que ocurre en lactantes y niños pequeños caracterizado por una ingesta insuficiente a juicio de los padres, con una curva de peso y frecuentemente de talla no adecuadas para el sexo y la edad y con posible retraso en el desarrollo motor y social. La ganancia ponderal es inferior a la esperada y la instauración es progresiva en el tiempo. La afectación de la curva de talla se produce cuando la duración del proceso es prolongada. La edad de presentación máxima se sitúa entre el primero y el segundo años de vida.
Este síndrome se establece sin una causa aparente y puede evolucionar hasta la malnutrición. Este hecho, junto a que
la primera manifestación de algunas enfermedades es el cambio de carácter y el enlentecimiento de la curva de peso, hace
que este término de desmedro sea utilizado como sinónimo de malnutrición incipiente de etiología no establecida.
La importancia de este síndrome viene dada por su incidencia, muy variable según los criterios que se utilicen para
definirlo, si se estudia en el ámbito hospitalario o en Atención Primaria, y de las condiciones socioeconómicas de la
sociedad en que se estudia. Dependiendo de estos factores, la incidencia en atención primaria oscila entre el 1% en Suecia
y el 10% en algunos estudios en EEUU en los dos primeros años de vida(1,2). A nivel hospitalario puede suponer entre
el 1 y el 5% de los ingresos, pero hasta un 10-15% de los pacientes hospitalizados presentan desmedro que en muchas
ocasiones no es diagnosticado(3). En algunos trabajos se relaciona con clases sociales más bajas, problemas socioeconómicos
y familias numerosas con madres añosas.
Otro de los aspectos que confieren importancia al desmedro son sus consecuencias; a corto y medio plazos, la malnutrición
y sus complicaciones (infecciones, diarrea, etc.), así como la posibilidad de requerir  hospitalización. A largo plazo, diferentes
estudios muestran que los pacientes que han sufrido desmedro pueden presentar en la adolescencia problemas con la alimentación tanto en el hogar como en el comedor escolar, problemas en el desarrollo del lenguaje, habilidades de lectura
menos desarrolladas, menor madurez social y mayor incidencia de trastornos conductuales. Estos datos sobre la incidencia
y repercusiones del desmedro justifican la necesidad de unos correctos enfoques diagnóstico y terapéutico.

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